Un mejor sistema educativo

En el 2012, McKinsey & Co. redactó un elaborado informe en el que recopila información sobre los modelos educativos de distintos países y monitorea su aprovechamiento. Ahora, este esfuerzo ha podido ser empleado en un completo análisis tratando de encontrar el procedimiento más adecuado para mejorar la educación en todo el mundo. ¿Se conseguirá?

En anteriores publicaciones he mencionado mi interés en un tema particular respecto a los sistemas educativos: la educación científica. Es un hecho que, en la actualidad, las instituciones de cualquier nivel educativo enseñan efectivamente el conocimiento científico. El problema está en el método. Si la información académica se imparte como una receta, los jóvenes carecerán de otros aspectos importantes para llegar a convertirse en miembros de una mejor sociedad, como el pensamiento crítico y la idea de mejora constante. Estos son también elementos importantes en una verdadera educación científica.

¿Qué esfuerzos se han hecho hasta ahora? El informe McKinsey es un intento por mejorar la educación, pero es necesario investigar si sus mensajes siguen el camino correcto. A continuación hago un breve resumen de las propuestas de este informa, pero el lector interesado puede encontrar más detalles en blogs como los siguientes:

• http://www.energiacreadora.es/ec-3/como-mejora-un-sistema-educativo/
• http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/ideas-para-mejorar-el-sistema-educativo 

El informe McKinsey encuentra qué es lo que hicieron los países con mejor aprovechamiento educativo para conseguir sus resultados. Uno de los principales factores, por ejemplo, es el liderazgo en el proceso. Esto significa que deben existir personas comprometidas a conseguir el cambio y capaces de dirigir su puesta en marcha. De cualquier manera, se requiere a toda la comunidad implicada y activa.

Los cambios más profundos se consiguen al transformar la forma de enseñanza, y no solo los planes de estudio y sus contenidos. Además, se reconoce la importancia de la labor de los profesores, siendo imprescindible dedicar tiempo a seleccionarlos, capacitarlos y motivarlos. El uso de las nuevas herramientas y tecnologías es un punto de apoyo adicional que no se puede pasar por alto. Por medio de este tipo de cambios, dice el reporte, es posible obtener resultados a corto plazo.

En cuanto a lo que he tenido la oportunidad de leer, este es el mejor intento por realizar un cambio en nuestro entorno por medio de la educación. Los resultados, por ejemplo, se miden por medio de la prueba Pisa, que intenta medir el grado de aprendizaje de los estudiantes, su capacidad para resolver problemas y lo bien que podrán desempeñarse como futuros profesionistas. Tal vez esta prueba nos proporcione un estimado sobre la capacidad de pensar y razonar en las personas.

Pocas personas están en contra de efectuar este tipo de cambios. En realidad, lo que suele ocurrir es que se opine que el empleo de las tecnologías más novedosas en el proceso de educación puede no ser tan ventajoso. En este blog y este otro, se señalan los inconvenientes del abuso y mal uso de estas herramientas. Por supuesto, es difícil encontrar un punto de vista demasiado conservador. El uso adecuado de la tecnología en la educación es una magnífica oportunidad para mejorar su proceso. De cualquier manera, es conveniente tomar en cuenta estas desventajas, con el afán de mejorar.

En México, muy pocos centros educativos se preocupan por cubrir estos aspectos en su búsqueda por un cambio en la comunidad. En educación pública básica, estos esfuerzos son prácticamente nulos y las consecuencias pueden ser evidentes. La educación primaria es primordial para los estudiantes, porque ahí se forman hábitos y valores que permanecerán en las personas durante toda su vida. Cuando el aprendizaje falla en este punto, el resultado es un profesionista incompleto. Creo que si se realiza un esfuerzo por mejorar la educación básica, el resto se conseguirá con mayor facilidad.